El ratoncito Pérez

Era una tarde de mucho calor, últimamente tenía la costumbre de abrir la puerta de la azotea para que poco a poco mi casa se refrescara.
Recuerdo que era Sábado, mis sobrinos que por aquel entonces tenían 6 y 5 años se disponían a pasar el fin de semana en casa.
Estaba en la cocina cuando de repente oí un extraño ruido, algo que corría y a la misma vez raspaba el suelo, HORROR, había un ratoncito en la cocina!!!. Casi me da algo, no puede evitar gritar RATÓN RATÓN .,en un segundo mi querido hermano se personaba en el lugar de los hechos, con tanta agitación por mi parte el ratoncito se escondió bajo los muebles de la cocina, así que mi hermano no lo pensó dos veces y decidió ir al garaje por pegamento para ratones., Mis sobrinos aún no se habían enterado de la fiesta, sus dibujos preferidos los mantenían en el país del más allá..
De pronto mi querido visitante salió de su escondite, al verme ceso de su carrera y nuestras miradas se cruzaron.,
¡QUIETO!, le exclame.
En un nuevo intento por su parte volví a exclamar:
-NO TE MUEVAS, TE MATARA!!!.. Vendrá del garaje con pegamento y te pondrá queso, no te acerques o morirás, vuelve a tu escondite, estarás seguro… y el fiel a mis palabras volvió.
Estaba claro, ¡ El ratón me entendía!
Aún no creía que estuviese allí hablando con un ratón y mucho menos intentando salvarle la vida.
Para cuando mi hermano llego mi nuevo amigo ya estaba a salvo,. Mañana saldrá seguro, dejemos que descanse, estará asustado,… fueron las palabras exactas que hizo a mi hermano desistir de su casería.

No podía salir de mi asombro, Dios Mío!!!, un ratón en la cocina y yo le intento salvar la vida.. pero que me estaba pasando???

A la mañana siguiente mis sobrinos dormían conmigo cuando de nuevo aquel ruido extraño volvía a retumbar en mis oídos , esta vez en mi habitación, algo que corría y escalaba las cortinas.
Mire.. Allí estaba él, mirándome desafiante.. HORROR!!
Respire, relájate, relájate, me decía ¡!lo último que quería era que mis niños se despertaran y se armara una gorda pero claro., los niños son muy listos así que de la misma manera que capte a mi amigo en el silencio madrugador, ellos también.
A los primeros gritos de los niños yo ya estaba con el cepillo en la mano, desde luego dispuesta a acabar con aquella situación.
Madrina un ratón!!!. Gritaron con el pánico en sus caras y algo en mi interior hizo que por mi boca saliera esta frase:
-ES PEREZ!!!, EL RATONCITO PEREZ!!!...hubo silencio, hasta el ratón se paró (oye me entendía).. y seguí:
-Pérez está perdido, busca la casa del niño Pablo para recoger su diente, tenemos que ayudarle sino Pablo se quedara sin su premio!!!
Ni yo misma me lo creía pero desde luego lo que fuese con tal de arreglar aquel asunto.
Nuestro amigo Pérez seguía quieto, lo cubrí con lo primero que pille a mano, la sabana y poco a poco encontré su cuerpecito con mis manos.
DIOS MIO!!!, QUERIA SALIR CORRIENDO!!!. Pero ni se me ocurría con aquellos 4 ojitos mirándome con cara de sorprendidos.
-ABRIR LA PUERTA RAPIDO!!, les dije y apto seguido me dirigí a mi amigo:
-Bueno Pérez te devuelvo a tu casa, la calle, que encuentres a Pablo y ten cuidado la próxima vez igual no tienes tanta suerte… ADIOS!!!

Uffff Madre mía!! Lo que una es capaz de hacer por sus sobrino.
Ha pasado el tiempo, mi sobrino el mayor ya tiene 10 años, hoy se le ha caído un diente, como un hombrecito se acercó a mi habitación y me dijo:
- MADRINA se me ha caído un diente, lo pondré en un bote para PEREZ, …Umm exclame,
- Nene ¿y tu haz visto a Pérez?,
-Sí claro, no te acuerdas madrina???.. Cuando buscaba la casa del niño Pablo.
, mis amigos dicen que no existe pero, yo se que SÍ, nosotros lo ayudamos!!!

Gracias PEREZ por contribuir a la felicidad e ilusión de mis niños.